Efecto invernadero: qué es y principales gases implicados

El efecto invernadero es un fenómeno natural, muy amplificado por las actividades humanas, que provoca un aumento de la temperatura media global en superficie. A continuación explicamos detalladamente qué es, a qué se debe y qué consecuencias conlleva.

Cuántas veces hemos oído hablar del efecto invernadero, GEI, CO2 o metano? ¿Perjudica el efecto invernadero a la salud humana? Este fenómeno está causado por unos gases concretos en la atmósfera que atrapan el calor del Sol y hacen del planeta un lugar adecuado para la vida. Por tanto, el efecto invernadero es esencial mientras siga siendo natural; empieza a ser problemático cuando se amplifica por nuestras emisiones “extra”.

En este artículo explicamos qué es el efecto gases de invernadero, cuáles son los gases responsables, los componentes naturales y antropogénicos, las causas y por qué puede ser una amenaza para nuestra sociedad y el medio ambiente.

¿Qué es el efecto invernadero?

El efecto invernadero es el fenómeno natural de calentamiento de la superficie terrestre debido a la presencia de determinados gases en la atmósfera, denominados “gases de efecto invernadero”, que atrapan el calor de la radiación solar. La temperatura media global de la superficie de la tierra y los océanos es de unos 15 °C, suficiente para que sobrevivan muchos organismos, incluidos los humanos. Se ha calculado que la superficie de la Tierra sin CO2 sería aproximadamente 33 °C más baja que las temperaturas actuales, ¡alcanzando valores negativos en la escala Celsius (tan bajos como -18 °C)! Muy probablemente, la vida en estas condiciones no sería posible. Se trata, pues, de un fenómeno (en parte) natural, ¡y nada negativo!

¿Qué causa el efecto invernadero?

¿Por qué nos quejamos siempre del efecto invernadero? El problema está relacionado con la emisión de cantidades “extra” de gases de efecto invernadero (o GEI) a la atmósfera, lo que provoca un aumento continuo de la temperatura, hasta el punto de poner en peligro los equilibrios que regulan los entornos en los que vivimos. La excesiva concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera se debe principalmente a las actividades humanas, como confirma el 6º Informe de Evaluación del Clima del IPCC.
Pero empecemos por las definiciones.

¿Por qué se llama así?

Como su nombre indica, el efecto es el mismo que se utiliza en los invernaderos de los viveros: estas estructuras para el cultivo de plantas tienen techos y paredes de cristal para captar el calor del Sol. Más detalladamente, podemos decir que los rayos del Sol, tras atravesar el cristal, “golpean” las plantas y el suelo, perdiendo energía. La pérdida de energía ya no permite que las ondas salgan del invernadero y, por tanto, el calor queda atrapado en su interior.

Lo mismo ocurre con los GEI, que funcionan igual que las ventanas de los invernaderos, es decir, mantienen el calor cerca de la superficie terrestre. Los rayos del Sol inciden sobre la superficie terrestre, que a su vez los absorbe parcialmente y los reemite en forma de radiación infrarroja (calor), haciendo que “rebote” gracias a los GEI de la atmósfera por un efecto de reflexión, atrapando el calor e impidiendo que escape al espacio.

Podríamos hacer un símil con una manta: igual que una manta no da calor pero permite que no lo disipemos en el ambiente, las moléculas de los gases de efecto invernadero no dejan escapar fácilmente la radiación infrarroja, asegurando que el calor se retenga cerca de la superficie terrestre. En otras palabras, los gases de efecto invernadero mantienen la Tierra caliente.

Leave A Comment