6 consejos para la barbacoa de todos los tiempos

El sol está fuera, al igual que los terribles bronceados de las camisetas, y eso significa una cosa: la temporada de barbacoas.

Afrontémoslo: la mayoría de nosotros somos unos pésimos parrilleros. Si no estamos incinerando salchichas, probablemente estemos envenenando a nuestros amigos. Es extraño que elijamos el método de cocción que posiblemente requiera más concentración en días en los que lo único que queremos es relajarnos y tomar una cerveza.

Cocinar bien al fuego requiere cierta habilidad, pero dominar esas técnicas te dará un puesto de honor especial entre tus amigos. He aquí nuestros diez mejores consejos, equipos y técnicas. Armado con ellos, serás el Señor de la Pava, el Maestro de la Llama, el tipo que está al lado de una fuente de calor chillona en un día ya caluroso. Ponte en marcha, es hora de asar.

Consigue la barbacoa adecuada

Puede parecer básico, pero hay dos cosas cruciales que necesita tu quemador si quieres hacer una gran barbacoa. Lo primero es que tiene que ser de carbón. Las barbacoas de gas no tienen nada de malo, pero no obtendrás ningún sabor ahumado adicional. Es como si estuvieras cocinando en el horno, en cuanto a sabor. Lo segundo que necesitas es una tapa. Mantiene el sabor, la temperatura constante y puede utilizarse como técnica adicional. Sin ella no puedes hacer pollo en lata de cerveza, ni fundir queso en hamburguesas, ni ahumar costillas.

Utiliza el combustible adecuado

El carbón vegetal suele comprarse con prisas en el aparcamiento de una gasolinera en cuanto el sol asoma la cabeza por una nube. Pero estar preparado puede suponer una gran diferencia, porque el carbón que se utiliza cambia el sabor de la comida. Se recomienda el carbón de leña -el que parece un árbol quemado- porque es el que da el mejor sabor. Es natural y sin adulterar.

Si eres un poco más profesional, prueba a añadir virutas de madera a tu carbón. El nogal americano y el roble son excelentes para el pescado y el cerdo, mientras que la madera de cerezo y de manzana aportan dulzura a la mayoría de las carnes. Sólo tienes que remojar en agua la mitad de lo que vayas a utilizar para que dure, y luego añadirlo todo una vez encendido.

Espere el momento adecuado para cocinar

Hacer una barbacoa requiere paciencia y concentración, en ese orden. Hay que esperar a que las llamas se apaguen – ¡el término “asado a la llama” es muy engañoso! Hay que esperar a que las llamas se apaguen, ya que el término “flameado” es muy engañoso. Ese es el calor más intenso y uniforme.

Consigue las mejores herramientas

Todos hemos perdido accidentalmente una salchicha en la parrilla o hemos volteado una hamburguesa por el borde. Pues bien, hazte con una rebanada de pescado decente, un guante de horno resistente y tal vez incluso una parrilla de pescado (pinza/clip/cesta, no tenemos ni idea de cómo se llaman). Lo único que debes tener es un par de pinzas decentes, ya que te dan el mayor control y reducen las posibilidades de que se te caiga algo entre las parrillas.

Haz tus propias hamburguesas

Las hamburguesas hechas en casa son mejores. Incluso si las haces con nada más que sal y pimienta y carne de buena calidad, superarán a cualquier cosa de las tiendas. Compra carne picada con mucha grasa, o pide a tu carnicero que te dé carne picada de falda o de ternera: obtendrás hamburguesas jugosas y sabrosas, tanto si te gustan rosadas en el centro como si están bien hechas. Esta receta de Gennaro es una maravilla.

El pescado es ideal para las barbacoas

¿Por qué la gente se olvida del pescado? El pescado y el humo son muy buenos amigos (piensa en el salmón ahumado). Así que coge una trucha entera o una guarnición de salmón, echa unas virutas de roble y cocina como el cavernícola que siempre supiste que eras. Si te sientes elegante, abre un pescado entero y rellénalo con limón, eneldo y pimienta. O prueba esta trucha a la barbacoa en papel de periódico.

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